lunes, 16 de marzo de 2009

Insonorización casales de falla

El Consell de la Generalitat Valenciana ha propuesto clasificar los casales de Falla (y otras asociaciones análogas) se clasifquen en 3 categorías. Esta medida tiene como objetivo que estos establecimientos gestionen sus licencias y se ajusten a la normativa vigente aplicable a locales de actividad, favoreciendo la convivencia entre vecinos.
En principio se propone una clasificación segín 3 categorías:
  1. Casales gestores en los que sólo se realizan tareas administrativas, pudiéndose realizar las reuniones y juntas de la comisión.
  2. Casales no abiertos a la pública concurrencia, que sin ser considerados como lugares públicos, podrían realizar actividades lúdicas y de ocio dirigidas únicamente a los componentes de la falla. Estos locales podrían disponer de ambientación musical.
  3. Casales abiertos a la pública concurrencia, que además estarían abiertos, habitual u ocasionalmente, al público en general y por lo tanto estarían sujetos a la Ley de Espectáculos, debiendo respetar criterios de aforo, medidas de evacuación, protección contra incendios y de aislamiento acústico, entre otras cuestiones.

Según el conseller Castellano esta tipificación está abierta a todo tipo de sugerencias, incluyendo las que partan desde las asociaciones vecinales. Por este motivo, se constituirá una comisión de trabajo que estará integrada por la Generalitat, la Federación Valenciana de Municipios y Provincias, representantes de las Juntas Locales Falleras y las asociaciones de vecinos más representativas de la Comunitat. El objetivo es buscar una solución consensuada.

Teniendo en cuenta la clasificación propuesta los locales de las categoría 2 y 3 deberían adaptar sus instalaciones a la normativa de aplicación.

Aunque pueda parecer que estas medidas vayan encaminadas exclusivamente a la insonorización de los locales, hay muchos otros aspectos a considerar: ventilación, protección contra incendios... Por lo que mi recomendación es que las comisiones falleras pongan el asunto en manos de técnicos competentes y que elaboren proyectos que incluyan todas las medidas correctoras.

Centrándonos en los requisitos de la Ley de protección contra la contaminación acústica, los locales deberían pasar una auditoría acústica inicial en la que se pueda diagnosticar el estado del mismo. A partir de estos resultados se deben diseñar el conjunto de medidas correctoras para adecuar el local a los requsitos de la correspondiente categoría.

La insonorización de un local no es ni fácil ni barata, por lo que aconsejo dejar el asunto en manos de profesionales del sector, ya que hay que tener experiencia y conocimientos para hacer un buen trabajo. Los trabajos de malos profesionales acaban saliendo caros.

Finalmente una vez adecuado el local se debe pasar la auditoría acústica final mediante la cual se puede acreditar el cumplimiento de la normativa vigente en materia de contaminación acústica.

De todos modos no hay que precipitarse de momento, ya que todo está en fase de estudio y hasta que no haya una normativa firme no es conveniente tomar decisiones.

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